El acoso es más que «niños siendo niños». Es un problema grave que afecta el bienestar mental, emocional y físico de los niños. Esta semana, dedicamos tiempo a reconocer el impacto del acoso y a comprometernos a crear comunidades más seguras y amables en las que todos los niños se sientan vistos, apoyados y seguros.
¿Qué es el acoso escolar?
La intimidación es un comportamiento intencional y repetido que causa daño a alguien. Con frecuencia implica un desequilibrio de poder, ya sea por la fuerza física, la popularidad o el acceso a la información. El acoso puede presentarse de muchas formas:
- Verbal: insultos, burlas, amenazas
- Social: excluir a alguien, difundir rumores, avergonzarlo
- Físico: golpear, empujar, tropezar o dañar pertenencias
- Ciberacoso: uso de textos, redes sociales o plataformas de juegos para dañar o acosar
El impacto del acoso
La intimidación no solo es hiriente en el momento, sino que puede tener efectos duraderos. Los niños que son acosados pueden experimentar:
- Ansiedad o depresión
- Baja autoestima
- Problemas para concentrarse o dormir
- Alejarse de amigos y actividades
- Pensamientos de autolesión o suicidio
Y no son solo las víctimas las que sufren. Los niños que acosan y los que son testigos del acoso también pueden experimentar angustia emocional y necesitar apoyo.
Qué pueden hacer los adultos
Comience la conversación con anticipación
Hable sobre la amabilidad, la empatía y los límites en el hogar y en las aulas. Hágales saber a los niños qué es el acoso y que nunca está bien.
Crea espacios seguros
Ya sea un aula, un equipo deportivo o una sala de estar, cada espacio al que entre un niño debe sentirse emocionalmente seguro. Fomente el diálogo abierto y sea un adulto de confianza al que puedan acudir.
Modele un comportamiento respetuoso
Los niños reflejan lo que ven. Muéstreles cómo tratar a los demás con amabilidad, incluso en situaciones de conflicto.
Reconoce las señales
Si un niño se retrae repentinamente, tiene miedo de ir a la escuela o se porta mal, la causa podría ser el acoso. Esté atento, escuche sin juzgarlo y tome en serio sus preocupaciones.
Toma medidas
La intimidación nunca debe ignorarse. Ya sea hablando con los maestros, involucrando a los consejeros o ayudando a los niños a establecer límites, la intervención oportuna es importante.
Qué pueden hacer los niños
- Hable en voz alta (si es seguro): dígale al acosador que se detenga o que se aleje con confianza.
- Díselo a un adulto de confianza: No se trata de charlatanería, sino de protegerse a sí mismo.
- Apoye a los demás: siéntese con alguien que esté solo. Sé un amigo.
- Sea un espectador, no un espectador: el silencio puede parecer aprobación. Usa tu voz para apoyar a tus compañeros.
Juntos podemos cambiar la historia
La intimidación prospera en silencio, pero la conciencia lleva a la acción. Recordemos a nuestros hijos (y a nosotros mismos) que todos merecen ser tratados con dignidad y respeto. Un solo acto de amabilidad o una escucha atenta pueden cambiar el día entero de una persona, o incluso su vida.
Tú'No estamos solos. La ayuda está siempre disponible.
Si tú o alguien que conoces está siendo acosado y necesita ayuda, comunícate con un consejero escolar o llama al Centro Nacional de Prevención del Acoso o NAMI al 1-800-950-NAMI.