April 28, 2025

Autismo y salud mental

Escrito por:
Caso Candice

El autismo, o trastorno del espectro autista (TEA), es una afección del neurodesarrollo que afecta la comunicación, el comportamiento y la interacción social. Se denomina «espectro» porque se presenta de manera diferente en cada individuo, desde problemas leves hasta desafíos más importantes en el funcionamiento diario. Algunas características comunes del autismo incluyen:

  • Diferencias en la comunicación social (p. ej., dificultad para entender las señales sociales, mantener conversaciones o entablar relaciones).
  • Comportamientos repetitivos y rutinas sólidas (p. ej., realizar movimientos repetitivos o tener intereses intensos).
  • Sensibilidades sensoriales (por ejemplo, ser muy sensible a la luz, el sonido, las texturas y otros estímulos sensoriales).
  • Puntos fuertes en ciertas áreas (por ejemplo, enfoque profundo, reconocimiento de patrones o creatividad en campos específicos).

Autismo y salud mental

El autismo en sí no es una afección de salud mental, pero desempeña un papel importante en la salud mental porque las personas con autismo a menudo experimentan afecciones de salud mental concurrentes, como:

  • Ansiedad: muchas personas autistas luchan contra la ansiedad social, la ansiedad generalizada o el estrés relacionado con los sentidos.
  • Depresión: los sentimientos de aislamiento, las dificultades para cambiar o los desafíos en las relaciones sociales pueden contribuir a la depresión.
  • TDAH: existe una gran superposición entre el autismo y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), lo que puede afectar la concentración y el control de los impulsos.
  • Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC): algunas personas autistas experimentan pensamientos obsesivos y comportamientos compulsivos.

Importancia del apoyo a la salud mental para las personas autistas

Dado que las personas autistas pueden experimentar el mundo de manera diferente, es esencial un apoyo de salud mental personalizado. Esto puede incluir:

  • Terapia: terapia cognitivo-conductual (TCC) adaptada para el autismo, el entrenamiento de habilidades sociales o las terapias sensoriales.
  • Redes de apoyo: grupos comunitarios, grupos de apoyo o tutoría de otras personas autistas.
  • Adaptaciones: entornos laborales, escolares y sociales que respetan las necesidades sensoriales y de comunicación.

Comprender el autismo en el ámbito de la salud mental ayuda a crear una mayor conciencia, reducir el estigma y mejorar el acceso al apoyo adecuado.