August 4, 2025

Escuela y salud mental

Escrito por:
Caso Candice

Es agosto y los niños están regresando a la escuela, lo que significa nuevos desafíos para algunos niños y sus familias. Esta semana, estamos arrojando luz sobre el bienestar emocional en todas las edades, y eso incluye a los miembros más jóvenes de nuestras comunidades. Es posible que los niños en edad escolar no tengan el vocabulario para expresar lo que están pasando, pero su salud mental es tan importante como su salud física. Desde las presiones académicas hasta la dinámica social, los niños de hoy navegan por un mundo complejo y necesitan nuestro apoyo.

Las luchas ocultas de la infancia
Es fácil asumir que la infancia transcurre sin preocupaciones, pero para muchos niños, esta etapa de la vida conlleva ansiedad, tristeza, inseguridad e incluso traumas. Según los CDC, 1 de cada 6 niños de 6 a 17 años sufre un trastorno de salud mental cada año. Entre las preocupaciones frecuentes se incluyen las siguientes:

  • Ansiedad por el rendimiento escolar o las interacciones sociales
  • Depresión, especialmente en respuesta a cambios en el hogar o al acoso
  • Dificultades conductuales, que pueden ser señales de necesidades emocionales subyacentes
  • Dificultad para concentrarse, lo que puede afectar el éxito académico

La salud mental no siempre se manifiesta de la misma manera en los niños que en los adultos. Puede manifestarse como irritabilidad, abstinencia, cambios en la alimentación o el sueño o molestias físicas frecuentes, como dolores de cabeza o de estómago.

La escuela: un lugar de aprendizaje y estrés
Para muchos niños, la escuela es una fuente importante de enriquecimiento y estrés. La comparación social, el miedo al fracaso, la intimidación y el exceso de horarios pueden erosionar la confianza y la tranquilidad de un niño. Si a esto le sumamos el impacto de los problemas mundiales, la sobrecarga digital y los factores estresantes familiares, no es de extrañar que muchos niños se sientan abrumados.

Qué pueden hacer los padres, los cuidadores y los maestros

Escucha primero
A veces, los niños solo necesitan un espacio seguro para compartir. Sé curioso, no crítico. Haz preguntas abiertas como: «¿Qué fue lo que te hizo sentir orgulloso o molesto hoy?»

Normaliza las emociones
Hágales saber que los sentimientos están bien y que es valiente hablar de ellos. Usa libros, videos o incluso personajes que admiren para ayudar a normalizar las conversaciones sobre salud mental.

Cree coherencia
Las rutinas y la estructura ayudan a los niños a sentirse seguros. Las comidas, el sueño y los horarios de estudio predecibles pueden ayudar a regular tanto sus cuerpos como sus emociones.

Fomente el movimiento y el juego
La actividad física, la creatividad y el tiempo de inactividad son vitales para la regulación emocional. Ayude a los niños a equilibrar el tiempo frente a la pantalla con el movimiento y el juego desestructurado.

Esté atento a las señales de advertencia
La tristeza persistente, la preocupación excesiva, el autoaislamiento o los cambios en el comportamiento pueden indicar que un niño necesita ayuda adicional. Confía en tu instinto y busca el apoyo de un consejero escolar, un pediatra o un profesional de la salud mental.

Llevar la conciencia a la acción
Esta semana, comprometámonos a ser proactivos en el cuidado del bienestar emocional de nuestros hijos. Eso podría significar tener una conversación difícil, abogar por mejores recursos de salud mental en las escuelas o simplemente participar de manera constante en la vida de un niño.

Las mentes sanas comienzan temprano y cada adulto puede marcar la diferencia.

¿Necesitas ayuda?
Si le preocupa la salud mental de su hijo, hay recursos disponibles. No esperes más para comunicarte con nosotros: el apoyo temprano puede llevar a una resiliencia de por vida.

Alianza Nacional de Enfermedades Mentales (NAMI): 1-800-950-NAMI